Parece ser que en 1993 una periodista escribió un artículo en el que se detallaba que cada año un total de 8 arañas se introducían en nuestra boca mientras dormimos.
Desde entonces, la supuesta noticia ha ido sufriendo variaciones. En algunas ocasiones, en lugar de 8 arañas son 10 las que nos comemos mientras dormimos. En otras, se trata de 8 arañas a lo largo de nuestra vida (qué alivio, lo anterior era mucho peor).
En cualquier caso, nunca se ha encontrado ni rastro ni de la supuesta periodista, ni de la noticia, lo cual hace pensar que se trata de una simple habladuría. Sea lo que sea, es prácticamente imposible que una araña se introduzca en nuestras bocas ni durmiendo, ni mucho menos estando conscientes.