El esperma inyectado viaja del abdomen hasta los ovarios a través de la hemolinfa, que es un líquido circulatorio con la misma función que la sangre. Cuando el esperma llega a los ovarios se almacena en unas estructuras llamadas conceptáculos seminales hasta su utilización en la fecundación de los huevos.
En estos insectos, la migración del esperma hasta los ovarios está directamente relacionada con el consumo de sangre, de modo que las hembras recién inseminadas deben alimentarse de inmediato para poder fertilizar los huevos. El esperma almacenado en el interior de las hembras en la chinche de cama común (Cimex lectularius) tiene una vida media de 35-50 días, periodo tras el cual deben volver a aparearse para poder seguir poniendo huevos. En algunas especies se ha visto que pueden almacenar el esperma durante períodos mucho más largos.