1. Informarse
- En primer lugar, hay que informarse bien del tratamiento que se va a realizar. No todas las empresas pueden aplicar tratamientos plaguicidas, sino solamente aquellas que están debidamente registradas en el Registro Oficial de Establecimientos y Servicios Biocidas de cada Comunidad Autónoma.
En caso de usar un tratamiento en el que intervengan productos químicos, es fundamental pedir información sobre dichos productos antes de contratar el servicio de control.
2. Qué productos se utilizaran en el tratamiento
- Cada producto químico presenta una hoja de seguridad en el que se detalla claramente y de forma muy específica qué precauciones deben tomarse a la hora de aplicarlo, cuáles son los tiempos de seguridad o qué efectos tóxicos puede causar sobre las personas, los animales domésticos o el medioambiente.
Los productos químicos son substancias que pueden ser potencialmente dañinas para la salud si no se siguen las indicaciones de uso correctamente, por ese motivo es imprescindible tener en cuenta todos los consejos de seguridad que se detallen en dicha hoja.
3. La experiencia de los técnicos
- También es indispensable asegurarse de que los técnicos que realizaran el control de chinches son personas experimentadas en este tipo de plaga y que conocen bien tanto la biología como el comportamiento de la especie.
4. Garantías y precio
- Así mismo, hay que pedir garantías por si el tratamiento no soluciona el problema de chinches.