Eliminar la madera infectada no soluciona el problema
Las termitas que suelen infectar edificios causando grandes daños estructurales son las conocidas como termitas subterráneas. Como su nombre indica, este tipo de termitas construyen sus colonias bajo tierra. Es allí donde se encuentra el núcleo duro y castas de la plaga, con la reina, el rey, los neoténicos y todos los individuos juveniles.
En la madera solamente se encuentran las obreras que están obteniendo alimento en ese preciso instante, pero la parte reproductiva de la colonia, y por lo tanto, la que mantiene viva la plaga, se encuentra bajo tierra. Por ese motivo, la eliminación de la madera afectada no elimina el problema.
La eliminación de la madera puede dispersar la plaga
Además, como las obreras continuaran necesitando alimento para la colonia, la eliminación de la madera afectada contribuye a dispersar aún más la plaga. Esto es debido a que con la eliminación de los elementos dañados las termitas buscaran alimento en alguna otra parte del edificio infectado, buscando algún elemento que reemplace al anterior.
Esto puede contribuir a aumentar las probabilidades de que las termitas encuentren madera nueva con importancia estructural para alimentarse, como por ejemplo vigas de sostén.
Una plaga de termitas mal controlada puede llegar a provocar daños irreparables en estructuras de madera de todo tipo, y su reemplazo puede llegar a causar grandes pérdidas económicas. Por esa razón, ante la menor presencia de termitas en un inmueble, es recomendable no intentar acabar con la plaga uno mismo, ya que probablemente esto solamente comporte una pérdida de tiempo, y en el peor de los casos, un empeoramiento de la situación.